lunes, octubre 20, 2025

RETROCANARIAS

Conéctate con el PASADO, disfruta en el PRESENTE

RETROCANARIAS

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Reuniones

1º Encuentro Retroinformática 13/07/2024

Crónica del primer encuentro de RetroCanarias, cuando todo comenzó

El prólogo de este encuentro podría empezar algo así: 

“Corría el año de nuestro señor de 2021, cuando un usuario y aficionado a los sistemas clásicos y a la retroinformática que militaba en cierto grupo de usuarios y aficionados a los sistemas clásicos y a la retroinformática, en una maniobra orquestada con bulos y mentiras por un grupo de ellos, sufrió una injusticia digna de cualquier guion de serie ochentera: fue acusado falsamente de un delito que no había cometido, víctima de cuchicheos de palmeros digitales. Cancelado, expulsado y condenado al destierro pixelado, parecía que su historia terminaría ahí «.

“Sin embargo, años más tarde y después de una travesía por el desierto, aquel aficionado no tardó en contactar con otros locos maravillosos de chips y disqueteras. Y juntos, como si fueran un grupo de hackers rebeldes reunidos en un garaje de los 80, decidieron montar la que acabaría siendo la mayor exposición de microordenadores clásicos que Canarias había visto jamás«. 

El 13 de julio de 2024 en el Centro Ciudadano de Guajara bajo el lema “Conecta con el Pasado, Disfruta en el Presente” se celebró el “I Encuentro de Retroinformática” de Canarias, comenzando una aventura apasionante que relataremos en estas líneas.”

El epílogo de este breve prólogo terminaría así: 

“Hoy, estos aficionados resisten aún realizando sus encuentros contra viento y marea. Si usted tiene un ordenador o consola clásica …y les encuentra…., tal vez puedas participar y disfrutar de sus encuentros”.

Este fue el comienzo de RetroCanarias.


El bautismo de fuego

Los preparativos no fueron precisamente fáciles. Nadie había organizado antes algo así en el archipiélago. No existía un manual de “Cómo montar una LAN party de los ochenta con 50 máquinas y cero presupuesto”. Fue literalmente un bautismo de fuego: muchos nervios, mucha incertidumbre, pero también toneladas de ilusión y una determinación férrea.

Las gestiones empezaron meses antes, con la reserva del centro ciudadano. Aquí hay que rendir homenaje a Pepe e Isabel, contactos clave que ayudaron con el papeleo, las llaves y las instrucciones de uso del espacio. Gracias a ellos, la fecha quedó cerrada: sábado 13 de julio, de 10 de la mañana a 8 de la tarde, con una pausa para almorzar de 14:00 a 15:30.

El montaje: sudor, cables y magia

Hasta ahí todo sonaba sencillo. Lo difícil vino después: trasladar, montar y dejar listos alrededor de 50 equipos en un solo día. Si alguna vez has tenido que llevar tu torre ATX a una LAN party y sudar subiendo escaleras, multiplica esa sensación por cincuenta. Así de épico fue.

El despliegue realizado fue…en fin….no sabemos si se puede expresar en una sola palabra, pero os podemos asegurar que fue descomunal, brutal, realmente un esfuerzo excepcional para los que lo organizábamos ya que supuso el traslado de alrededor de 50 equipos, fundamentalmente sistemas y algunas consolas, entre sistemas de exposición y de uso, sin olvidar pantallas, cables, regletas, periféricos, mandos, equipos de proyección, portátiles, etc…

El montaje fue un auténtico espectáculo. Desde primera hora, los usuarios DarkND, Hurgado y Nivaria se pusieron manos a la obra como si fueran un comando especializado. Había que colocar mesas, organizar la distribución de equipos y asegurarse de que cada ordenador tuviera su televisor correspondiente, su etiqueta identificativa y, sobre todo, su regleta a mano.

La disposición se pensó para que tuviera cierta coherencia. Una mesa íntegra se dedicó a los ordenadores Commodore; otra a los Atari, Spectrum y Amstrad, que tuvieron que compartir porque ya no quedaban más mesas; y hasta tres mesas se reservaron para los MSX, sin duda, los grandes protagonistas del día.

Cada ordenador se exhibía con su cartel: nombre del sistema, modelo y año de fabricación. Como en un museo, pero un museo en el que podías sentarte y jugar. Ese detalle no pasó desapercibido: el público agradeció poder tocar, probar y revivir lo que muchos recordaban de su infancia.

Y ojo: no todo eran equipos para exposición pasiva. Había ordenadores conectados y listos para ser usados, como el MSX2 VG-8235 de Nivaria, el MSX2 8245 de Dark ND, un flamante Amiga 1200 o el MSX HB-F9 de DarKND

Si alguna vez soñaste con caminar entre filas de microordenadores encendidos, cada uno mostrando gráficos de 8 o 16 bits, música chiptune sonando por aquí y por allá, y gente absorta tecleando comandos en BASIC… ese sueño se materializó aquel día en Guajara.

El desarrollo del Encuentro incluía no sólo exposición, sino también charlas, talleres, cacharreo y torneos en su cronograma, además del almuerzo en el descanso, que hay quien dice que es realmente la parte más importante del encuentro 🙂 , un cronograma muy ambicioso, todo hay que decirlo y que podemos decir que se cumplió en todos sus puntos, aunque en el apartado de torneos no dio tiempo de poder jugar a todos los juegos de los sistemas que estaban en el cartel por falta de tiempo y es que cómo se nota que cuando te lo pasas bien, el tiempo se esfuma entre los dedos y especialmente entre los mandos, nunca mejor dicho.

Este fue el cartel del I Encuentro y ni que decir tiene que el sistema al que hacía referencia el cartel era el sistema MSX, el cual fue el que tuvo sin duda mayor presencia en la parte de exposición.

Las charlas: la epopeya del sistema MSX

La estrella del cartel era, sin duda, el sistema MSX. La charla principal se dividió en dos bloques. Primero, una introducción histórica que recorrió la evolución del estándar desde 1983 hasta 1991, cuando apareció el último modelo oficial. Se habló de las cuatro generaciones: MSX1, MSX2, MSX2+ y Turbo R, y de cómo el revival retro ha mantenido vivo al sistema hasta nuestros días.

Después, DarKND tomó el relevo con una charla técnica sobre programación en ensamblador para MSX. Una delicia para los programadores presentes, que disfrutaron como niños viendo ejemplos prácticos de cómo exprimir el hardware a golpe de instrucciones Z80.

Para muchos, fue como asistir a un episodio perdido de Bricomanía, pero en vez de aprender a montar una estantería de madera, aprendías a dibujar sprites y rutinas en ensamblador.

La exposición como hemos comentado fue realmente un despliegue de diferentes sistemas, tantos que no había suficientes mesas para poner tantos ordenadores, llegando a destinar entre 8-10 equipos por mesa en algunos casos, hasta totalizar la cifra de 50 equipos entre los que estaban en exposición y los que estaban conectados para su uso sobre un total de 7 mesas.

Asimismo cada equipo iba etiquetado con el sistema, el modelo de referencia del ordenador y el año de fabricación del mismo para su identificación por parte del público.

Los sistemas expuestos se podían clasificar en 5 grandes categorías: Commodore (que incluía también los ordenadores Amiga), MSX de todas las generaciones (desde la primera a la cuarta generación), Sinclair, Amstrad y por último Atari.

Se procuró que los ordenadores expuestos siguieran un patrón coherente dentro de las posibilidades y medios con los que se contaba, de tal forma que había por ejemplo una mesa íntegramente formada por ordenadores Commodore y Amiga.

Los torneos: rivalidades eternas

En el terreno competitivo, la joya de la corona fue el torneo de Sensible Soccer en Amiga. Allí nació una rivalidad legendaria entre DarkND y Angelo. El nivel de ambos fue altísimo, pero finalmente Angelo se alzó con la victoria. Dark ND, con dignidad de samurái pixelado, juró revancha. Y esa promesa resonó como una profecía geek: la saga de sus enfrentamientos no había hecho más que empezar.

Además del fútbol digital, se probaron otros juegos míticos: Ping Pong de Konami, simuladores de pesca japoneses, y, en Amiga, clásicos como Speedball o Arcade Pool. Se usaron joysticks míticos Competition Pro, conocidos por su resistencia legendaria (se dice que podían sobrevivir a caídas desde un quinto piso… aunque nadie se atrevió a comprobarlo allí).

El taller: cirugía retro

El encuentro también tuvo su espacio de “quirófano”. Hurgado se encargó de desmontar un teclado de Amiga 1200, limpiar concienzudamente sus teclas y recolocarlas. El trabajo incluía sesiones de Retrobright, esa alquimia moderna para devolver el blanco a los plásticos amarillentos por el paso del tiempo.

Mientras tanto, Nivaria se comprometió a blanquear la carcasa completa para el siguiente encuentro. Porque en Retrocanarias no solo se juega: también se preserva, se repara y se devuelve a la vida lo que parecía condenado a la oscuridad de un trastero.


El público: entre la nostalgia y el descubrimiento

Uno de los aspectos más gratificantes para los organizadores fue el contacto con el público. Hubo de todo:

  • Gente que nunca había visto un microordenador en su vida y se sorprendía como quien visita un zoológico de silicio.
  • Veteranos que reconocían el ordenador de su infancia y se emocionaban al verlo encendido de nuevo.
  • Jóvenes curiosos que hacían preguntas técnicas y se interesaban por el funcionamiento de las disqueteras, los cartuchos y los periféricos.

La pregunta más repetida fue inevitable: “¿Cuándo será la próxima exposición?”. Y eso, para los organizadores, fue la confirmación definitiva de que todo el esfuerzo había valido la pena.

El cierre: cansancio, risas y la promesa de volver

La jornada estaba programada hasta las 20:00, pero recoger todo llevó una hora más. Cincuenta equipos no se desmontan en un suspiro. Aun así, el cansancio no pudo con la satisfacción. Habían logrado lo que parecía imposible: montar en un solo día la primera gran exposición retro de Canarias, con charlas, torneos, talleres y, sobre todo, un ambiente de comunidad que no tiene precio.

Al salir del centro ciudadano, agotados pero felices, todos tenían la misma certeza: aquello no era un evento aislado. Era el comienzo de una aventura que seguiría creciendo. Ese día nació Retrocanarias.


Epílogo: legado en píxeles

Con perspectiva, el primer encuentro fue mucho más que una reunión de aficionados. Fue un acto fundacional, un “momento cero” en el que se alinearon pasiones, amistades y un montón de cables enmarañados.

Nunca antes en Canarias se habían reunido tantos MSX en un mismo espacio, mostrando las cuatro generaciones del estándar, incluidos rarísimos modelos de tercera y cuarta generación. Nunca antes se habían juntado tantas marcas históricas —Commodore, Amstrad, Sinclair, Atari, — bajo un mismo techo lagunero.

Pero lo más importante no fueron los equipos, sino las personas. Aquellos que cargaron con monitores CRT de 14 pulgadas como si fueran mochilas de un RPG; los que ajustaron fuentes de alimentación para evitar sustos; los que dedicaron horas a etiquetar y organizar con mimo; y, sobre todo, los que compartieron risas, torneos y arepas entre cables y disquetes.

Ese 13 de julio de 2024 se plantó una semilla que sigue dando frutos. Retrocanarias no es solo una asociación: es un recordatorio de que la tecnología también tiene memoria, y de que, mientras alguien encienda un Spectrum, un Amiga o un MSX, aquellos píxeles seguirán vivos.

Porque, como decía aquel anuncio ochentero de Commodore: “We’re for the creative mind”. Y en Canarias, desde aquel día, también somos para la mente creativa… y retro.

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