lunes, octubre 20, 2025

RETROCANARIAS

Conéctate con el PASADO, disfruta en el PRESENTE

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Reuniones

8º Encuentro Usuarios RetroInformática (12/07/2025)

Foto Cartel 8º Encuentro

Lugar

Centro Ciudadano Guajara
La Laguna

ENTRADA LIBRE
¡TE ESPERAMOS!

PROGRAMA

  • 10:00h Apertura
  • 12:00h Talleres y exposición de microordenadores clásicos.
  • 14:00h Descanso.
  • 15:30h Torneos de juegos retro.
  • 20:00h Cierre.

CRÓNICA DEL 8º ENCUENTRO

1. Introducción: el verano arranca en píxeles

El verano, para muchos, comienza con el sonido de las olas o con el olor a protector solar. Para los miembros de Retrocanarias, en cambio, la estación estival arranca cuando se enciende un monitor CRT y un viejo chip Z80 empieza a murmurar su particular melodía digital. El 12 de julio de 2025, en el ya mítico Centro Ciudadano de Guajara, en La Laguna, tuvo lugar el octavo encuentro de usuarios de retroinformática de la asociación.

Era el primer encuentro veraniego y, con las vacaciones recién estrenadas para algunos, la cita prometía ser un festín sin relojes laborales apretando. Desde las diez de la mañana, las mesas comenzaron a llenarse de ordenadores que hace treinta o cuarenta años fueron la punta de lanza tecnológica y que hoy son custodios de nuestra memoria digital.

La expectación era grande: más tiempo libre significaba más máquinas, más experimentos, más juegos y, cómo no, más historias que compartir. El ambiente estaba impregnado de entusiasmo, como si se tratara de una LAN party de otra época, en la que los cables planos y las cintas de cassette sustituían al WiFi.


2. El desfile de máquinas: MSX, Amiga, Spectrum y compañía

Uno de los primeros en abrir la veda fue DaRKND, que desembaló un MSX de primera generación japonés, un flamante Sony HB-10P en rojo Ferrari que atrajo todas las miradas. No solo por su tonalidad vibrante, sino también por su teclado de dos colores y los caracteres kanji impresos: toda una lección estética y cultural de los ochenta nipones. A su lado, un televisor CRT recordaba a todos que la fidelidad visual no se mide en hercios ni en “4K”, sino en la calidez de un fósforo encendido.

El incombustible Nivaria apostó fuerte, desplegando un arsenal digno de museo viviente: un MSX Philips NMS 8250 de segunda generación, modificado con una disquetera de PC y una gotek con pantalla y selector rotatorio; además de su inseparable Commodore Amiga 1200, equipado con una GoDrive con conmutador, que permitía alternar entre la disquetera interna y la gotek sin complicaciones. Una solución elegante para quienes viven entre mundos magnéticos y digitales.

El Amiga 1200 brillaba también por su fuente de alimentación moderna, que lo mantenía a salvo de los achaques de la edad, y por una pareja de joysticks ArcadeR, conocidos por su versatilidad: se adaptan a diferentes sistemas con simples modificaciones internas. En un encuentro así, donde conviven MSX, Amiga y Spectrum, esa capacidad camaleónica era casi un superpoder.

No faltó, como en toda buena reunión, un paciente en la camilla: un Amiga 500 que Nivaria puso en manos de Namekop, el “médico de silicio” del grupo, para investigar por qué el ordenador insistía en mostrar solo una pantalla verde.

La consola también tuvo su hueco: Namekop apareció con una Super Nintendo equipada con un cartucho Everdrive, lista para recordar a todos por qué fue bautizada en su día como el cerebro de la bestia. Y para los nostálgicos del gomas, trajo además un ZX Spectrum 48 recreado por Retro Games, con un menú moderno pero el mismo espíritu indomable del original de 1982.


3. Taller improvisado: cirugías, diagnósticos y sorpresas en las placas

Lo que en otros entornos sería un caos de cables, tornillos y manuales, en Retrocanarias se convierte en un quirófano digital. Namekop, siempre preparado, abrió su particular “fiambrera”: un kit de herramientas que lo convierte en el técnico improvisado al que todos acuden cuando sus máquinas necesitan una segunda vida.

Ese día, DaRKND le confió un ZX Spectrum +2 con cassette integrado. La sorpresa fue mayúscula cuando, al abrirlo, descubrieron que la placa llevaba orgullosamente el sello de Amstrad. Una curiosidad histórica: tras la compra de Sinclair por parte de Amstrad, los Spectrum empezaron a salir con la firma de su nuevo dueño.

Para probar el buen estado del +2, se recurrió a un ritual que todos conocían: cargar juegos en cinta. American Turbo King, Elevator Action, Ballblazer o el ajedrecístico Masterchess desfilaron por la pantalla, mientras DaRKND intentaba desafiar a la IA del ajedrez sin recordar bien los movimientos. El público se lo tomó con humor: al fin y al cabo, no todos los héroes retro son campeones de tablero.


4. Los torneos y las risas: deporte electrónico en 16 bits

Si algo caracteriza a estos encuentros es que, entre reparación y reparación, siempre hay espacio para los torneos. Esa tarde, los piques deportivos fueron el gran atractivo, con clásicos como Sensible Soccer en Amiga 1200.

DarKND y Nivaria protagonizaron dos partidos memorables: un empate y una victoria para el primero, que demostró ser un jugador experimentado. Entre tanto, las bandejas de golosinas desaparecían a la velocidad de un scroll horizontal, alimentando tanto las risas como la competitividad sana.

Mientras unos peleaban por marcar goles imposibles, otros se lanzaban a partidas de pinball digital, disfrutando de los coloridos tableros de Pinball Fantasies. La sensación era la misma que en los salones recreativos de antaño: un bullicio constante, risas, gritos de emoción y esa mezcla única de rivalidad y camaradería.


5. El Omega MSX2+: artesanía retro de última generación

Uno de los momentos estelares llegó de la mano de Wurgado, que presentó su Omega MSX2+, una recreación artesanal en la que tanto la placa como la carcasa habían sido diseñadas por nuestro miembro en la distancia y gurú del MSX, el gran Joao.

Este ordenador no era solo un homenaje, sino una reinterpretación: 512K de RAM, dos bahías de expansión, entrada y salida de cassette, vídeo compuesto y dos puertos de joystick DB9. Una auténtica obra de ingeniería casera que encarnaba la filosofía de la escena retro: mantener viva la tecnología, pero también reinventarla.

El Omega MSX2+ fue sometido a pruebas con cartuchos SD mapper y diversos juegos, mostrando un rendimiento impecable. No era una simple pieza de museo: era un MSX listo para seguir dando guerra en pleno 2025.


6. La pausa del almuerzo: la pizza interminable

Alrededor del mediodía, la marea de bits dio paso a la marea de estómagos vacíos. La comitiva se dirigió al cercano centro comercial, donde la estrella gastronómica fue una pizza de dos metros, con la que no nos andamos con contemplaciones. La comparación fue inevitable: “parecía un cadáver extendido sobre la mesa”, comentaban entre carcajadas.

Entre bocado y bocado, las conversaciones giraban en torno a trucos de programación en BASIC, la eterna superioridad del joystick frente al teclado, o la nostalgia de aquellas tardes en que cargar un juego desde cinta era una prueba de paciencia. El almuerzo se convirtió en otra parte esencial del encuentro: un recordatorio de que, más allá de los chips y los píxeles, lo importante era la comunidad que se formaba alrededor de ellos.


7. La tarde frenética: mesas al borde del colapso

De regreso al centro ciudadano, la sala alcanzó un nivel de saturación que recordaba al camarote de los Hermanos Marx. Las mesas estaban tan abarrotadas de ordenadores, monitores, joysticks y cables que parecía milagroso que no colapsaran bajo el peso.

Lejos de ser un problema, aquello era un espectáculo visual: una línea de tiempo tecnológica desplegada simultáneamente, donde convivían los ochenta, los noventa y la reinterpretación del presente. Era como entrar en un museo interactivo donde todo estaba encendido, funcionando y, sobre todo, listo para jugarse.


8. Ecos de disqueteras, goteks y joystick arcade

No podía faltar el capítulo dedicado a los periféricos. Se probaron disqueteras adaptadas de PC a MSX, controladoras caseras, goteks modernizadas y todo tipo de cables milagrosos que hacían posible lo imposible.

DaRKND, incansable, se enfrascó en una partida de Aleste en MSX2. Para asombro de todos, alcanzó un millón y medio de puntos en su primera partida, acumulando casi treinta vidas. Finalmente, decidió dejarlo por aburrimiento más que por falta de habilidad, y se pasó a USAS, otro título de estética espectacular.

En paralelo, el Amiga 1200 seguía regalando horas de diversión con Sensible Soccer y Pinball Fantasies, confirmando que los clásicos nunca mueren.


9. Cierre: satisfacción compartida y cuenta atrás para el próximo encuentro

Cuando el reloj marcó la hora de cierre, la sensación general era de satisfacción plena. Había habido reparaciones exitosas y otras pendientes, torneos reñidos, descubrimientos técnicos y, sobre todo, muchas risas.

El octavo encuentro de Retrocanarias no solo fue el primero del verano: fue también la confirmación de que esta comunidad no se limita a rescatar máquinas viejas, sino que las mantiene vivas, las reinventa y las comparte.

Al salir del centro ciudadano, con el eco de los pitidos de carga aún resonando en la cabeza, todos sabían que el próximo encuentro estaba más cerca de lo que parecía. Porque, como se suele decir en la jerga retro, esto nunca es un Game Over, sino siempre un CONTINUARÁ.

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